Guión de la serie televisiva "Testigo clave"

"Testigo clave", un proyecto para televisión desarrollado por Miguel Mirra, fue aprobado en principio por la productora, pero fue cancelado luego de la presentación del guión para su primer capítulo.

Este guión fue escrito por Miguel Mirra con la asistencia de Damián J. Barrera.

Aclaración:
Por una cuestión de configuración original del blogger (fuera de nuestro alcance), en el siguiente guión no aparece la sangría correspondiente a los diálogos de los personajes.
El diseñador del Blog

SERIE: TESTIGO CLAVE

Capítulo 1. El hijo del Presidente

INTRODUCCION

Seis hombres reunidos en una habitación oscura de paredes descascaradas. No se ven sus rostros ni se escucha lo que dicen. El único sonido es el de un helicóptero en vuelo. Sobre una mesa despliegan un mapa del norte de la provincia de Buenos Aires. Uno de ellos traza un recorrido con un dedo que se detiene en Ramallo. Sigue sonido de helicóptero. Luego, el hombre pone una foto sobre el mapa. Es la foto de un helicóptero Bell Jet Ranger III. El sonido del helicóptero crece hasta aturdir y desaparece de golpe.


Un aula de la facultad de Filosofía y Letras. El Profesor está frente a una multitud de alumnos. Es un hombre de casi 50 años, pero parece menor. Prolijo, impecable, pelo corto y un sobrio traje gris.

PROFESOR
La falibilidad es algo propio del ser humano. Las teorías del conocimiento que niegan esta falibilidad son ilusorias. Y además son tan peligrosas que pueden llegar a convertirse en su opuesto: en el total escepticismo. Al exigir que solamente se pueda hablar de saber
o de conocimiento cuando no exista ninguna posibilidad de error,
se termina negando el saber y el conocimiento.
(mira la hora)
Bueno. Es todo por hoy. Stegmüller completo para el miércoles.
Nos vemos la semana que viene.

Los alumnos se ponen de pie. Él comienza a ordenar los papeles de su escritorio.


Un recital de rock al aire libre. Una banda toca. Hay mucha gente. El Fotógrafo, a un costado del escenario, saca fotos a la banda. Es un hombre de casi 40 años. Aspecto hippie: pelo largo y desprolijo, sujeto con un pañuelo; barba. La banda toca los últimos acordes. El público aplaude. El Fotógrafo, satisfecho, tapa el objetivo de la cámara y mira la hora.


Salida del palacio de Tribunales. Mucha gente entra y sale. Entre ellos, una mujer, vestida como una secretaria, pulcra, trajecito sastre, blusa blanca abrochada al cuello y cabello recogido. Mira la hora y para un taxi.


En un monitor, varios segundos de material de archivo sobre el accidente de Junior. El sonido es directo de archivo. El Profesor está frente a la pantalla mirando atentamente. Ya no tiene el saco ni la corbata. Las mangas de la
camisa están arremangadas.
El lugar es “el bunker”, una oficina grande, blanca, limpia y ordenada, con varias computadoras, equipos de video y otro equipamiento de aspecto sofisticado. Un sector de archivos y otro con una mesa de reuniones.
Se abre la puerta y entra el Fotógrafo. Ya no tiene el pañuelo en la cabeza. El pelo está recogido de manera más prolija, y la ropa, más arreglada. Se acerca y se detiene al lado del Profesor a ver las imágenes en el monitor.


El taxi que lleva a la Secretaria se detiene frente a una persiana baja de un barrio suburbano. La persiana está algo torcida, sucia y con alguna pintada. Parece ser un depósito. Ella baja del taxi apurada, paga y entra por una puerta del costado.


El interior es un salón mediano, típica entrada para camionetas de un depósito. Está vacío, aunque con algunas piezas de maquinaria y cajas de cartón vacías manchadas con grasa. En el piso, manchas de aceite. Mientras ella cruza el lugar, se desabrocha los primeros botones de la camisa y se suelta el cabello. Llega hasta el fondo del lugar y abre una puerta.


La puerta da al “bunker”, donde están el Profesor y el Fotógrafo mirando el monitor. La Secretaria se saca el saco, deja sus cosas en un placard y se acerca a donde están los dos hombres.

SECRETARIA
¿Qué tenemos?

El Profesor aprieta un botón de pausa y le hace un gesto para que mire. La imagen se congela sobre el rostro de Junior.

PROFESOR
El hijo del presidente.

La pantalla se identifica con la pantalla del monitor. Queda con el rostro de Junior congelado en pausa. Fundido a negro.




BLOQUE 1

Los seis hombres siguen reunidos en la habitación descascarada y oscura. El hombre que mostraba el mapa y la foto, le da un maletín negro tipo ataché a otro. Los seis se levantan.

Cuatro de ellos salen por un largo pasillo al final del cuál se ve la luz del día. Se oye el sonido del comienzo de un documental

LOCUTOR
El 15 de marzo de 1995, 211 Km. al norte de Bs. As. un helicóptero cayó a tierra. En aquel helicóptero viajaban dos hombres.
Uno era el famoso piloto de automóviles varias veces campeón en categorías locales Silvio Oltra, que murió en el acto.

Aparecen a pantalla plena las imágenes del documental junto con el sonido.

LOCUTOR
El joven que conducía el helicóptero quedó muy mal herido
y poco después murió.
Aquel joven era el hijo del entonces presidente de la Argentina,
Carlos Menem.

El Profesor, el Fotógrafo y la Secretaria, reunidos. El Profesor expone.

PROFESOR
La versión oficial fue que Carlos Menem hijo volaba bajo y se enganchó con cables. Hay testimonios que apoyan esta idea.

El Profesor gira la silla hacia una casetera y aprieta play. Aparecen las partes del documental que ubican la muerte de Carlitos y apoyan esa hipótesis. La Secretaria interrumpe cuando Zulemita dice que era muy precavido.

SECRETARIA
¡Claro! Y además era un piloto experimentado
¿cómo puede ser que tenga semejante accidente?

FOTOGRAFO
Era un inconsciente manejando. Cuando era chico y había alguna pelea familiar, el agarraba el auto y se iba por los cerros a más de 100 Km. por hora. Y no tenía más de trece años. Nunca fue precavido.

SECRETARIA
Cosa de adolescente. Ahora era piloto de Rally. Sabía lo que hacía.

PROFESOR
Hay testigos que dicen que lo vieron pasar volando muy bajo. Demasiado bajo.

FOTÓGRAFO
Seguro

SECRETARIA
Sabía lo que hacía.
¿Por qué no nos preguntamos por qué volaría tan bajo?

PROFESOR
Justamente...

El Profesor vuelve a poner play: aparece el testimonio de Zulema Yoma.

ZULEMA
(en el documental)
A mi hijo lo enterraron como un paquete y no darme explicación ningún juez porqué murió mi hijo, si el aparato estuvo bien, si no tuvo nada ese helicóptero, ¡¿por qué semejante caída?! (...)
nadie en el mundo, en este mundo terrenal podrá quitarme el derecho,
el derecho de saber qué pasó con mi hijo y con Silvio, cómo murieron.


Una combi negra grande se detiene frente a una casa. El chofer espera, no se le ve el rostro. Salen dos hombres de la casa. Llevan bolsos. Uno de ellos lleva el maletín negro. Suben a la parte de atrás de la combi que arranca y sale.

La combi va por la ruta. El chofer maneja en silencio.


ZULEMA
(en el documental)
(...) nadie en el mundo, en este mundo terrenal
podrá quitarme el derecho, el derecho de saber qué pasó
con mi hijo y con Silvio, cómo murieron.

La imagen queda en pausa.
Funde a negro.
Fin del bloque 1.



BLOQUE 2

La Secretaria está trabajando en su escritorio de una oficina en Tribunales. Luce su aspecto de secretaria. Tipea en el teclado de una PC y revisa unos papeles. Un hombre de traje con aspecto de abogado camina cerca de ella hablando por un celular. Se para al lado de la Secretaria y le habla.

ABOGADO
¿Podrías conseguirme el expediente de Zabalegui? ¿Sabés cuál es, no?

Ella asiente con la cabeza.


La Secretaria camina por un largo pasillo de Tribunales hasta que llega a una puerta doble. Entra


Es un enorme archivo de expedientes, repleto de estanterías con carpetas. Cerca de la entrada hay un mostrador donde una mujer de guardapolvos, que parece ser la encargada del lugar, lee el diario. La Secretaria saluda con simpatía.

SECRETARIA
Hola. Necesito el expediente 37838/02.

ENCARGADA
Pasá, pasá.

La Secretaria pasa al otro lado del mostrador.

ENCARGADA
¿Sabés dónde está?

SECRETARIA
¡Sí!
(mira la enorme cantidad de estanterías frente a ella y se frena)
Mmm... no.

La encargada sonríe sobradora. Señala con el brazo, sin dejar de mirar el diario.

ENCARGADA
Expedientes del 2002: de este lado, contra la pared.

La Secretaria mira repitiendo el gesto con el brazo, y se dirige hacia ese lugar. Camina hacia una de las paredes del salón, y pasa detrás de una estantería. Queda oculta de la vista de la encargada. Busca entre las pilas de expedientes y encuentra el solicitado. Lo retira de la pila. Mira entre los estantes y ve que la encargada, de espaldas a ella, sigue ocupada con el diario. Entonces, camina hacia el fondo del salón, recorriendo esa estantería a lo largo, hasta el final. Dobla y se interna entre estanterías, alejándose del lugar donde debería estar. Parece conocer el depósito mejor de lo que aparentaba. Se detiene sin dudarlo frente a una estantería.
La encargada da vuelta la última página del diario. La Secretaria revisa los expedientes y saca uno que parece ser el que buscaba. Mira el contenido y asiente satisfecha. La encargada gira la cabeza hacia el lugar donde supone que está la Secretaria.

ENCARGADA
¿Lo encontraste?

La Secretaria levanta la vista, alarmada. No le puede contestar. Tiene su celular en la mano, y con él, saca fotos a las fojas del expediente.
La encargada mira extrañada.

ENCARGADA
¿Necesitás ayuda?
Como nadie le contesta, se separa del mostrador y comienza a acercarse al lugar donde debería estar la Secretaria.
La Secretaria cierra apresuradamente la carpeta y, con dificultad, intenta guardarla en su lugar.
La encargada avanza hacia el lugar. Se acerca a la estantería donde la envió. Al llegar, la Secretaria ya está allí, con una pila de papeles desparramados por el piso. Mira a la encargada, falsamente avergonzada por su torpeza.


El Fotógrafo baja de un auto viejo, descuidado. Está desaliñado, con su aspecto de hippie. Camina por un campo con torres y cables de media tensión. Es un lugar parecido a las afueras de Ramallo donde ocurrió el accidente. Saca fotos al lugar, a las torres, pero no parece muy interesado en lo que ve. Descubre por el teleobjetivo un bar típico de pueblo, a lo lejos, y va caminando hacia allí.


El Fotógrafo entra al bar. Hay unos pocos parroquianos viejos que lo miran sin demasiado interés. Es un bar de piso de madera y botellas polvorientas en los estantes. El Fotógrafo elige una mesa al lado de la ventana y se sienta. El dueño del bar se acerca hasta la mesa.

FOTÓGRAFO
Buen día. Una ginebra...

El dueño del bar asiente con la cabeza y se retira. El fotógrafo mira por la ventana. Desde allí se ven claramente las torres con los cables. El fotógrafo saca la cámara y apunta con ella hacia las torres. Un vaso se apoya sobre la mesa. El dueño del bar llena el vaso con ginebra. El Fotógrafo lo mira y sonríe.

FOTÓGRAFO
Estaba sacando algunas fotos por acá.
Sabe, el bar es muy lindo. ¿Puedo sacarle?

El dueño del bar se encoge de hombros.

FOTÓGRAFO
Es muy... muy típico de la zona. ¿Cuántos años tiene este edificio?

DUEÑO DEL BAR
Era de mi abuelo, después de mi padre,
y hace 45 años está a cargo mío.

FOTÓGRAFO
¿Siempre acá? Debe tener muchas historias.

El dueño del bar sonríe como diciendo: “si usted supiera”.

FOTÓGRAFO
¿Usted estaba cuando pasó lo del helicóptero?
El dueño del bar se pone serio de golpe. Repentinamente, todos los parroquianos miran atentos.

DUEÑO DEL BAR
No. Ese día yo no estaba. No.

El Fotógrafo lo mira sorprendido.

FOTÓGRAFO
Y no...

DUEÑO DEL BAR
Desde acá no se vio nada. No.

El dueño del bar se retira hacia el mostrador, llevándose la botella de ginebra. El Fotógrafo lo mira. Mira al resto de la gente. Todos lo miran con disimulo.


El Fotógrafo sube a su auto, que está donde lo había dejado. Arranca, hace unos metros, y se escucha un reventón. Baja del auto. Una de las gomas está totalmente reventada. Se agacha. Levanta un taco de madera con clavos. Levanta la vista. A unos metros, sospechosamente cerca, hay una gomería.


El gomero le está cambiando la goma a la rueda. El Fotógrafo, apoyado contra el auto, parece aburrido. Mira cómo un adolescente de unos 16 años, que parece ser el hijo del gomero, intenta arreglar una bicicleta. El Fotógrafo mira hacia los cables, que se ven a lo lejos. Como para pasar el tiempo saca la cámara y apunta hacia allí. El adolescente ni lo mira.
El Fotógrafo baja la cámara y mira al gomero.

FOTÓGRAFO
¿Esos cables son los que chocó el hijo de Menem?

El adolescente, repentinamente, levanta la vista y lo mira. El gomero lo mira desconfiado.

GOMERO
Así dicen.

FOTÓGRAFO
Qué ¿vos no estabas acá?

GOMERO
No, nosotros no estamos acá hace tanto.
Cuando abrimos la gomería, eso ya había pasado.

El adolescente se queda mirando al Fotógrafo. Lo estudia. El Fotógrafo sigue jugando con su cámara.
El adolescente se decide y se acerca a él. Señala con la cabeza a la cámara.
ADOLESCENTE
¿Puedo ver?

El Fotógrafo lo mira con desconfianza. Luego, sin soltar la cámara, lo deja ver por el visor. Gira el anillo del zoom. El adolescente, sorprendido, lo mira. Vuelve a mirar por el visor. En ese momento, el padre se mete al interior de la gomería. El adolescente mira hacia la puerta y le habla en voz baja al fotógrafo.

ADOLESCENTE
Yo estuve ese día.

El Fotógrafo lo mira sin entender.

ADOLESCENTE
El día del helicóptero.

El Fotógrafo lo mira con interés. El padre vuelve, y el adolescente no sigue hablando. Clava la vista en la cámara y se lo nota nervioso.
El Fotógrafo mira al gomero, se levanta y se aleja de la gomería, como sacando fotos. El adolescente lo sigue.
Cuando están lo suficientemente lejos, habla.

ADOLESCENTE
Yo estuve ese día, pero mi papá no quiere que hable de eso.

FOTÓGRAFO
¿Por qué?

ADOLESCENTE
No sé. No quiere. Debe ser porque escuché los tiros.

FOTÓGRAFO
¿Qué tiros?

ADOLESCENTE
(levanta los hombros, como si fuera algo natural)
Tiros. Unos cuantos tiros. Mi papá también los escuchó.
Y después el helicóptero se enganchó con los cables y se cayó.

FOTÓGRAFO
¿Vos estás seguro que fueron tiros?

El adolescente sólo levanta los hombros.

FOTÓGRAFO
¿Y por qué no declaraste?

ADOLESCENTE
¿Qué declarar? Tenía ocho años.

FOTÓGRAFO
Claro...
(le quita importancia al tema)
Bueno, podrían no haber sido tiros.

ADOLESCENTE
No me creés ¿no?

FOTÓGRAFO
No es que no te crea, pero tenías ocho años.

El gomero, desde lejos, lo llama.

GOMERO
Bueno, listo, ¿eh?

El Fotógrafo mira al gomero. Mira al adolescente le sonríe y comienza a alejarse hacia la gomería.

ADOLESCENTE
¡Don!

El Fotógrafo se detiene y gira la cabeza. El adolescente saca algo de su bolsillo y se lo muestra. El Fotógrafo vuelve hacia él y mira su mano. En la mano hay un casquillo de bala.

ADOLESCENTE
Esto lo agarré ese día, de abajo de los eucaliptos.


El Profesor entra por un portón de hierro a los galpones vacíos de una fábrica abandonada. Se detiene, mira a su alrededor y avanza hasta pararse de espaldas a una gruesa columna. Por detrás de la columna aparece a contraluz, lo que no permite distinguir su rostro, la figura de un hombre. El brazo del hombre se extiende y le acerca un sobre. El Profesor lo toma sin mirar a su informante, lo guarda dentro del saco y sale del galpón.


Una vez afuera hace una seña y un auto conducido por la Secretaria se acerca. El Profesor sube y el auto parte.


Dentro del auto, el Profesor abre el sobre y saca unas fotos donde se ven de pasada los restos del helicóptero de Carlitos.
Se mira con la Secretaria.
El auto cruza el puente Avellaneda desde provincia hacia Capital. Abajo se ve el puerto.


El testimonio de Zulema Yoma, visto en la pantalla del monitor. La imagen se detiene, se rebobina y vuelve a reproducirse.

ZULEMA
Silvio tenía tres esquirlas en el rostro y las hicieron pasar como amalgamas. Yo jamás vi que las amalgamas salgan y vuelvan a entrar, es una cosa de... ya es para tomarnos a todos de tontos,
de estúpidos. No, hay evidencias muy fuertes.
REBOBINADO: ya es para tomarnos a todos de tontos,
de estúpidos... hay evidencias muy fuertes.


La combi negra avanza por la ruta. Uno de los hombres, sentado ahora al lado del chofer, habla por un handy. No se escucha lo que dicen. En la parte de atrás, el otro hombre abre un bolso, saca un fusil y lo revisa. El chofer mira de reojo y sigue manejando. Un cartel indicador en la autopista panamericana dice: Rosario 230 Km.

ZULEMA
REBOBINADO: ya es para tomarnos a todos de tontos, de estúpidos... hay evidencias muy fuertes.

Pausa.
Funde a negro.
Fin del bloque 2.



BLOQUE 3

El testimonio de Zulema Yoma, visto desde la pantalla del televisor. La imagen se detiene, se rebobina y vuelve a reproducirse:

ZULEMA
Estamos en esta lucha en busca de determinar la verdad porque a
Carlitos y a Silvio los mataron injustamente.

Se detiene otra vez, vuelve a rebobinarse y a reproducirse.
En la oficina, el “bunker”, el Fotógrafo está casi recostado frente al televisor, muy cerca de la pantalla, con un control remoto en la mano. Reproduce una y otra vez esa imagen y la mira, como estudiándola.
El Profesor, desde su escritorio donde tiene apiladas varias carpetas, mira al Fotógrafo con curiosidad. La Secretaria entra a la oficina, apurada como siempre, y observa ese cuadro. Mira al Profesor.

PROFESOR
(a la Secretaria)
Hace media hora que está así

La Secretaria se acerca al Fotógrafo y le habla haciendo un gesto hacia la pantalla donde está Zulema.

SECRETARIA
¿Vos le creés?

Él no contesta, pero mirando la pantalla hace un gesto de asentimiento.
Suena el teléfono. El Profesor atiende.

PROFESOR
Hola (...) Bien. Estamos recopilando la información disponible y...algo nuevo. (...) Sí, sí, vamos avanzando. (...) Creo que en un par de días podemos tener un informe. (...) Está bien. (...) Está bien.
Vamos a hacer lo posible. (...) Cómo no. Gracias, señor.

El Profesor corta y mira a los otros dos.


Están los tres sentados frente a una pantalla donde se proyectan fotos. La Secretaria maneja un control remoto. Se ve el informe presentado al Juez por los peritos de la Fuerza Aérea. Ella amplía la firma al final del informe.

SECRETARIA
Es la firma de Miguel Lucow, uno de los peritos. Mírenla bien.

Los otros la miran sin entender.

SECRETARIA
Este hombre fue asesinado en un supuesto intento de robo
mucho antes de la fecha de la firma del informe.

PROFESOR
Me acuerdo, fueron dos los técnicos de la Fuerza Aérea
que hicieron el peritaje del helicóptero que murieron.
A este lo mataron en un intento de asalto, donde no le robaron nada.

La Secretaria toma ahora el control remoto de la video y pone play. En el monitor aparece un fragmento documental.

LOCUTOR
Lo que no tiene explicación es la muerte del ladrón que asaltó al perito Luckow. ¿Fue un asesinato por encargo? ¿Alguien quiso silenciar al asesino del perito? Pero allí no terminaron las muertes vinculadas a la investigación. El comisario Héctor Bassino fue el primer policía en sobrevolar el lugar en donde cayó el helicóptero de Junior.
En otro intento de asalto, Bassino fue asesinado
de varios tiros en la espalda. La misma suerte corrió el médico
que prestó las primeras atenciones a Junior en el lugar de la caída.

Los tres se miran. La Secretaria les pide con un gesto que sigan mirando.
LOCUTOR
Hugo Sánchez Trotta era un preso que le envió información a la familia Menem sobre la valija de Junior robada en el lugar de la caída.
Dos días después de salir de la cárcel, Trotta murió en un enfrentamiento con la policía.

La Secretaria pulsa stop y los mira.

SECRETARIA
Para el juez estas muertes fueron casuales y no tuvieron nada que ver con la muerte de Junior. Pero ni esas muertes ni las amenazas
y atentados fueron esclarecidos.

PROFESOR
(mientras carga diapositivas en el proyector ya utilizado por la Secretaria)
Hay todavía puntos más oscuros en la investigación relacionados con los cuerpos de los fallecidos. En cualquier caso de muerte dudosa, incluso en accidentes de tránsito se les practican autopsias a las víctimas. Sin embargo en la muerte de Junior no hubo autopsias sino hasta un año después. A pedido de Zulema Yoma. Y según Zulema, el cráneo de su hijo fue suplantado por otro.

FOTOGRAFO
Demasiadas irregularidades...no? Está también el desguase del helicóptero antes que juez diera la orden.

PROFESOR
A eso iba...Estas me las dio mi informante ayer. Son de primera mano.

Muestra fotos del helicóptero antes de ser desguazado y después. Amplía algunas, donde se ven los impactos

SECRETARIA
Obviamente son orificios de bala

El Fotógrafo pone el casquillo de bala sobre la mesa. El Profesor y la Secretaria lo miran interrogantes. En ese momento, suena el teléfono celular de la Secretaria. Ella atiende y se sorprende.

SECRETARIA
Un momento, ya la atiendo

La Secretaria hace un gesto al Profesor.

SECRETARIA
(al Profesor)
Es la encargada del archivo de Tribunales.

El Profesor aprieta unos botones de una centralita telefónica, se pone auriculares y hace un gesto de asentimiento.

SECRETARIA
Sí. Digamé.

El Profesor escucha la voz de la mujer por los auriculares.

VOZ DE MUJER
Usted busca datos sobre el peritaje del accidente...
tengo algo que le puede interesar.

SECRETARIA
Ah... sí. Un amigo me pidió un favor... claro, usted sabe,
se dedica a seguros aeronáuticos
y quiere tener algunos antecedentes de casos de peritaje...

VOZ DE MUJER
Claro... entiendo... Bueno, si le interesa anote
que le voy a dar una dirección.

La Secretaria con un ademán le pide una lapicera al Fotógrafo y escribe una dirección en un papelito.

SECRETARIA
Está bien, gracias. Nos vemos uno de estos días.

La Secretaria corta y los mira sorprendida.

SECRETARIA
¿Esta mujer cómo sabía?
Estoy segura que no me vio revisando las carpetas.

Los tres se miran.


Domingo en el barrio de Once. No hay nadie en la calle. Los negocios están cerrados. La Secretaria entra un edificio de medio pelo. Una combi gris estaciona frente al edificio. Son el Profesor y el Fotógrafo, que esperan.


La Secretaria llega hasta la puerta de un departamento. Llama. La atiende una anciana y la hace pasar. La deja sola en un living de muebles viejos. Ella espera y comienza a inquietarse.


El Profesor y el Fotógrafo, en la combi, también están inquietos.


En el departamento, la puerta del living se abre y aparece un hombre de unos 40 años, y la invita a sentarse.


En la calle, el Profesor mira por el espejo retrovisor. Un auto oscuro se acerca lentamente y se detiene justo detrás de la combi. Que tiene vidrios polarizados por lo que no se le ve la cara al conductor, sólo la silueta. El Profesor y el Fotógrafo se miran.


En el departamento, el hombre habla con la Secretaria.

HOMBRE
Estuve presente en el momento
que se hicieron las pericias del helicóptero.


El auto oscuro sigue detenido detrás de la combi. El conductor permanece en su interior, inmóvil. El Profesor y el Fotógrafo miran a través del espejo, tensos.


En el departamento, la Secretaria escucha atentamente al hombre.

HOMBRE
Le repito que en el helicóptero no había marcas de balas.
Si hay fotos que indican lo contrario son fraudulentas,
alguien les disparó después a las piezas del helicóptero.


El Profesor se cansa del juego. Se baja de la combi y camina hacia el auto. El auto arranca y se aleja. El Profesor lo ve alejarse. Cuando se da vuelta ve llegar a la Secretaria. El Fotógrafo, que estaba mirando el auto, gira la cabeza al ver que el Profesor está con alguien. Ve a la secretaria. Vuelve a mirar el auto, que da vuelta a la esquina y desaparece.

SECRETARIA
¿Qué pasó?

PROFESOR
(aliviado)
Nada. Nada.
¿Cómo anduvo tu testigo?


Los tres vuelven en la combi por avenida Corrientes y doblan hacia Retiro en el Obelisco.


SECRETARIA
Dijo ser uno que se ocupaba de la limpieza en el hangar donde se hicieron las pericias. No tengo dudas que mintió. Pero que más me preocupa es que alguien se enteró de lo que estamos haciendo.

FOTOGRAFO
Y lo mandaron a ese a embarrar la cancha.


Están en el bunker. Cansados, conversan.

PROFESOR
A mi no me quedan dudas de que no fue un accidente.

FOTOGRAFO
A mí tampoco. Fue un asesinato.

SECRETARIA
Un atentado?

PROFESOR
Pero quién, y porqué.

El Profesor aprieta el botón de play. Aparece el Testimonio de Zulema

ZULEMA
Inclusive el señor ministro Corach recibió un aviso
de que se iba a atentar... en el mes de febrero del 95
que se iba a atentar contra un miembro de la familia presidencial


La combi negra avanza por la ruta. Un cartel indica que están a corta distancia de Ramallo. El que hablaba por el handy sostiene el mapa entre sus manos.

ZULEMA
Inclusive el señor ministro Corach recibió un aviso
de que se iba a atentar... en el mes de febrero del 95
que se iba a atentar contra un miembro de la familia presidencial.

Pausa
Funde a negro.
Fin del bloque 3


BLOQUE 4

El Profesor sale de uno de los pabellones de Ciudad Universitaria. Hay mucha gente en el lugar. Lleva un portafolio en la mano. Una moto con dos personas con casco pasa a su lado. El que va sentado atrás le arrebata el portafolio. La moto acelera sin darle tiempo a reaccionar. El Profesor mira alejarse a la moto, preocupado y ofuscado.
Un hombre un hombre de lentes, algo desaliñado está en el “bunker”, frente al Fotógrafo. Su mano con guantes de látex sostiene el casquillo de bala entregado por el adolescente. Mira el casquillo con atención, usando una lupa adosada a sus anteojos.
PERITO
Es una 4.40

Guarda el casquillo en una bolsita de plástico.

PERITO
OK. La analizo y en un par de días te digo qué me cuenta.

Se saca la lupa de sus anteojos y se levanta de su silla. El Fotógrafo también se para.
FOTÓGRAFO
En cuanto lo tengas, llamame, por favor.

A espaldas del Perito, la puerta de entrada al “bunker” se abre y entra el Profesor. Cierra la puerta de un portazo. El Perito da vuelta la cabeza para mirarlo. El Profesor camina derecho a los sillones de la oficina sin verlos. El Perito vuelve a mirar al Fotógrafo y le hace una seña con la mano dándole a entender que se va. Ambos se dirigen hacia la salida.
El Profesor está sentado en el sofá, ofuscado. La Secretaria, desde un sillón, lo mira. El Fotógrafo está de regreso y se para junto a ellos.

FOTÓGRAFO
¿Qué pasa?
El Profesor lo mira.
PROFESOR
Que ya no hay dudas de que nos tienen en la mira.
Vamos a tener que cuidarnos más.

SECRETARIA
Parece que es más grande de lo que pensábamos.

PROFESOR
Por eso tenemos que apurarnos. Quiénes fueron, y por qué.
Ahora es una carrera contra reloj. ¿Qué tenemos?

SECRETARIA
Preguntas.

El Profesor y el Fotógrafo la miran.

SECRETARIA
Hasta ahora tenemos preguntas. Esto sigue siendo muy raro. El Presidente llevó a trabajar a su hijo con él. ¿Por qué? A Junior no le interesaba la política, y dinero no necesitaba. Era dueño de una agencia de motos, no necesitaba trabajar en algo que no le gustaba. Pero además, por este trabajo no cobraba.
FOTÓGRAFO
¿Y qué hacía en la Casa de Gobierno?

SECRETARIA
No tenía tareas específicas.

FOTÓGRAFO
El padre lo querría cerca para controlarlo mejor.

SECRETARIA
O para cuidarlo.

La Secretaria pulsa play en el control remoto. En la pantalla del televisor se ven imágenes del atentado a la Embajada de Israel, y de la Amia.
Aparece el testimonio de Zulema Yoma.

ZULEMA
Tal vez lo llevó a su lado para protegerlo y lo mismo lo mataron.
No puedo responder, es un tal vez, son suposiciones que yo puedo hacer en ese sentido pero no puedo hablar por el presidente. (...)
Quienes lo aconsejaron al presidente a encubrir este atentado porque tal vez no quisieron aceptar el tercero porque ya era demasiado para un gobierno, bueno, pienso que le habrán aconsejado de que,
que esto no se tenía que saber
y se mantuvo como una cuestión de secreto de estado.

La imagen se congela sobre el rostro de Zulema Yoma.
La Secretaria se da vuelta para mirarlos.

SECRETARIA
El tercer atentado.

FOTÓGRAFO
No, no creo.

SECRETARIA
¿No creés? Dos atentados, 114 muertos. ¿En Buenos Aires? ¿Por qué en Buenos Aires? Se sabe que Menem recorrió el mundo juntando dinero para su campaña, y prometiendo favores ¿y después? Mandó tropas al Golfo Pérsico... Y después de los dos atentados ¿cambió algo?
No es ilógico pensar en un tercer atentado,
más parecido todavía a una venganza personal.

PROFESOR
Para los árabes, el hijo varón es muy importante, por eso no hay peor venganza que el asesinato del primogénito.

FOTÓGRAFO
Sí, pero esa hipótesis es aventurada.

SECRETARIA
¿Aventurada? ¿Por qué el silencio del Presidente? Hasta mucho tiempo después no habló de la muerte de su hijo. Y cuando habló, llegó a decir que fue uno de los costos de ser presidente. ¿Por qué dijo eso?

FOTÓGRAFO
No sé. El Presidente primero sostenía que fue un accidente. Después empezó a decir que fue un atentado... Por qué cambió de opinión no sé. Pero eso no prueba nada. Tu hipótesis es aventurada,
y la propia Zulema lo desmiente.

El Profesor y la Secretaria lo miran con interés.
El Fotógrafo le saca el control remoto de la mano y apunta al televisor. Rebobina la imagen de Zulema hasta que se detiene en un punto. El video comienza a reproducirse.

ZULEMA
Están traicionando a mi padre... "¿qué pasa Carlitos?", le digo, "por favor hijo, acompañalo a tu padre y nada más", y dice "no, mamá", dice, "acá están traicionando, hay narcotráfico y tráfico de armas"...
a los pocos días lo mataron.

La imagen de Zulema se congela.
El Fotógrafo se da vuelta y los mira.

FOTÓGRAFO
Y todos sabemos lo que pasó después: medio gabinete procesado por tráfico de armas. La explosión en la fábrica de Río Tercero...

PROFESOR
Zulema habla de narcotráfico.

El Fotógrafo levanta los hombros.

FOTÓGRAFO
Quién te dice... armas, drogas...

El Fotógrafo pulsa play.
Comienza a reproducirse una parte del documental.

LOCUTOR
Además, documentos desclasificados de la DEA, la agencia antidrogas de EEUU, que obra en poder de la justicia argentina, demuestran que Menem figura en su lista de sospechosos por narcotráfico.
En los archivos desclasificados de la DEA Menem aparece junto a Yabrán, un poderoso empresario postal argentino,
con vínculos con el gobierno de Menem.
La DEA planeó infiltrar las empresas de Yabrán para demostrar su presunta conexión con el tráfico de drogas o con el lavado de dinero proveniente del narcotráfico. Pero no llegó a tiempo. Yabrán se suicidó en una de sus estancias antes de ser capturado por la policía, acusado de haber mandado a matar a J. L. Cabezas, un fotógrafo de Noticias,
un crimen que conmovió a la Argentina.

La imagen se congela.

FOTÓGRAFO
Sea lo que sea, Carlitos estaba viendo todo en primera fila.
¿Y saben qué lo mató? Que tenía escrúpulos.

Suena el teléfono. Los tres se miran. El Profesor se levanta y atiende.

PROFESOR
Hola (...) Sí (...) Sí, estamos en eso. (...) ¿Qué tenemos?... Preguntas. (...) Sí, señor (...) Sí, señor.

El Fotógrafo, con gesto apesadumbrado, apunta el control remoto hacia el televisor. Aparece en la pantalla el rostro de Zulema Yoma.

ZULEMA
"no, mamá", dice, "acá están traicionando, hay narcotráfico y tráfico de armas"... A los pocos días lo mataron.


La combi negra avanza por un camino de tierra, en una zona descampada. Se acerca a unos árboles hasta quedar semi oculta y se detiene. A lo lejos se ven los autos de la Panamericana.
El chofer apaga el motor y se recuesta en el asiento.
Enciende un pequeño televisor blanco y negro que está sobre la guantera.
En la pantalla se ve un noticiero de la época.
El hombre que está a su lado habla por el handy. No se escucha lo que dice.


ZULEMA
"... hay narcotráfico y tráfico de armas"...
A los pocos días lo mataron.

Pausa.
Funde a negro.
Fin del bloque 4.




BLOQUE 5

La Secretaria está en su trabajo, frente a la computadora. Redacta un texto. El hombre de traje pasa junto a ella, con un vaso de café en la mano. Ella lo mira de reojo y sigue escribiendo. El hombre vuelve a acercarse a ella.

ABOGADO
Cuando termines con eso redactá el pedido de conciliación que quedaba.

SECRETARIA
Sí, sí. Lo tengo casi listo.

El hombre de traje sale de la oficina. La Secretaria se asegura de que no está y entonces minimiza el documento. Vemos que está recorriendo algunas páginas de Internet. Se ven imágenes de la Embajada de Israel y la Amia.


El Fotógrafo está en una hemeroteca. Revisa una pila de diarios donde aparecen fotos del atentado a la Amia y al lado el de la fábrica de Río Tercero.


El Profesor está en el aula de la Facultad finalizando su clase. Se despide de los alumnos. Todos se levantan y se retiran tumultuosamente. El Profesor acomoda sus papeles. Cuando mira hacia su silla, se sorprende al ver allí el portafolio robado.


El contenido del portafolio se desparrama sobre la mesa del bunker. El Profesor revisa el contenido, secundado por el Fotógrafo y la Secretaria. Un cuaderno, un libro de lógica, un diario, un par de lapiceras, tikets de estacionamiento, un paquete de cigarrillos vacío.

SECRETARIA
¿Falta algo?

Un papel sobresale del interior del libro. El Profesor lo saca.

PROFESOR
No. Sobra.

El Profesor mira el papel. Es un papel doblado. En la parte de afuera dice: “TENGO INFORMACIÓN IMPORTANTE PARA USTED”. El Profesor abre el papel. En el interior hay un plano hecho a mano del Parque Almirante Brown, y un punto marcado con una X. Los tres se miran.

FOTÓGRAFO
Eso es el Parque Brown. Y en esa parte no hay nada.
Eso es un descampado.

PROFESOR
¿Ustedes qué dicen?

SECRETARIA
Es una trampa.

PROFESOR
No sé. Me roba el portafolio. Lo devuelve intacto. Se arriesga.
Si quisiera hacernos algo no nos avisaría de esta manera.

SECRETARIA
¿Y para qué se llevó el portafolio?

PROFESOR
Querría asegurarse de que esa información va a caer en buenas manos. Ver el portafolio de una persona
es una buena manera de saber en qué anda.

SECRETARIA
(sonríe)
Es como la cartera de una mujer.

FOTÓGRAFO
¿Qué hacemos?

Suena el teléfono. Se miran. El Profesor atiende.

PROFESOR
Hola. (...) Ah, sí, sí, cómo andás. Ahora te doy.

El Profesor le muestra el tubo al Fotógrafo. El Fotógrafo se acerca y le hace un gesto de interrogación al Profesor.

PROFESOR
El Perito, por el casquillo.
El Fotógrafo atiende ansioso.
FOTÓGRAFO
Sí, ¿y?¿qué paso?
(en su rostro se ve la sorpresa y la desilusión)
¿Cómo que...? (...) ¿Estás seguro? (...) Ah... Bueno (...)
Bueno, gracias. Te debo una. (...) Chau.

Corta. Mira a los otros, desahuciado.
FOTÓGRAFO
Analizó el casquillo que me dio el pibe.

Los demás lo miran interrogantes.
FOTÓGRAFO
Era de hace 25 años, por lo menos.

SECRETARIA
Chau evidencia.

El Profesor vuelve a mirar el papel.
PROFESOR
OK. Vamos. Pero no nos arriesguemos.
El Profesor está con el torso desnudo. El Fotógrafo y la secretaria le colocan un micrófono pegado a la piel.


A lo lejos, un auto avanza por un descampado. En el cielo se recorta la torre del Parque de la Ciudad. Luego de un trecho, el auto se detiene y apaga el motor. El ocupante baja: es el Profesor. Mira hacia ambos lados y camina internándose en el descampado.

El Fotógrafo lo mira a través de un poderoso teleobjetivo. Está asomado por la la ventanilla de la combi, semi escondido.
La combi está detenida, oculta detrás de unos arbustos.
El Fotógrafo panea un poco con la cámara.
En los alrededores no hay nadie más.
El Fotógrafo mira hacia la parte de atrás de la combi. Allí está la Secretaria, frente a un equipo de grabación. Tiene auriculares puestos.

FOTÓGRAFO
Nadie.

La Secretaria niega con la cabeza.
Él vuelve a mirar hacia fuera.

El Profesor llega hasta un banco de cemento resquebrajado que está en el medio de la nada. Mira hacia todos lados y se sienta, tranquilo.
Queda de espaldas al punto de vista del Fotógrafo. Allí se queda, inmóvil.

Desde la combi, el Fotógrafo mira ansioso. Mira su reloj. Vuelve a mirar a través de su cámara. Le parece ver algo. Separa el ojo de la cámara, mira directamente, y luego vuelve a la cámara.

A lo lejos, una silueta se acerca caminando, lentamente.

El Profesor lo mira venir, tranquilo. Permanece sentado.

El Fotógrafo mira a la Secretaria, alerta. La Secretaria lo mira y pone en marcha el equipo de grabación.


En la combi negra, el hombre del handy habla. No se escucha lo que dice. Levanta la vista y mira a los otros.
El chofer sigue mirando su televisor blanco y negro. En la pantalla, Menem hace un discurso de campaña para su reelección de 1995.
El hombre del handy les hace un gesto con la cabeza. El que está atrás levanta su bolso. El chofer apaga el televisor.
Los hombres salen de la combi negra. A lo lejos se ven las torres con cables de media tensión. Uno de los hombres se detiene a unos pasos, se acuclilla y abre su bolso. El otro sigue caminando, alejándose por el camino de tierra.
El que está en cuclillas saca el fusil de su bolso. Coloca una mira y el cargador.
A unos 100 metros, el segundo hombre se detiene. Cerca de unos arbustos, abre su bolso. Parado al lado de la combi, el chofer mira a través de unos binoculares.
En cada uno de los lugares donde están apostados, los hombres miran al cielo, expectantes.


El Profesor permanece sentado en su banco de cemento.
La silueta se va dibujando cada vez más claramente a medida que se acerca.

Funde a negro.
Fin del bloque 5.


BLOQUE 6

El Fotógrafo mira a través de su teleobjetivo.

La silueta está más cerca del Profesor.
El Profesor espera sentado, tranquilo.
El hombre que se acerca, el testigo, camina muy lento, despreocupadamente. Parece tener 40 años, o menos, vestido de jean, descuidadamente; pelo y barba crecidos.
El Profesor lo ve venir.

El Fotógrafo lo mira a través de su teleobjetivo. Le saca una foto.

El testigo llega hasta el Profesor. El Profesor se para. Se dan la mano.

Otra foto.

La Secretaria sostiene los auriculares con sus manos. Está atenta a lo que dicen.

Vistos por el teleobjetivo de la cámara, los dos se sientan en el banco, uno al lado del otro, de espaldas al Fotógrafo. Parecen conversar.

La Secretaria escucha atentamente.
El Fotógrafo saca otra foto. Mira a la Secretaria.
Ella está muy atenta, escuchando.
De repente, su expresión cambia. Su interés es mayor. Parece sorprendida.
El Fotógrafo la mira, intrigado.
Vuelve a mirar hacia el Profesor.

El testigo le entrega un sobre.

El Fotógrafo mira a la Secretaria
Ella le devuelve una mirada brillante. Parece que estuviera teniendo una revelación.

Los tres vuelven en la combi, en silencio, pero con expresión satisfecha. El Fotógrafo maneja. El Profesor rompe el silencio.

PROFESOR
Encontramos al testigo clave.


El chofer de la combi negra mira al cielo con sus binoculares. A lo lejos comienza a escucharse el ruido de un helicóptero. El chofer baja los binoculares, mira a los otros y asiente con la cabeza.
Los hombres levantan los fusiles, apuntando hacia el lado donde el helicóptero se dirige.
El chofer sube a la combi.
El sonido del helicóptero es más fuerte. Los hombres se tensan en su posición. Ya están listos para disparar.


Una moto se acerca a la combi blanca que está parada en la ribera del Riachuelo. Casi sin detenrse, el motoquero toma el sobre que le entrega el Profesor y sale picando.


Las luces del bunker se encienden. Entran el Profesor, el Fotógrafo y la Secretaria, efusivos. El Profesor se dirige al teléfono, marca un número, y espera. Los otros dos se desploman, aliviados, en los sillones.

PROFESOR
Recibió el sobre (.. )Ah, bueno. Ahí hay evidencia suficiente como para...
(el gesto del Profesor cambia; está sorprendido)
¿Cómo? (...) Pero señor... (...) Sí señor. (...)
Sí señor, entiendo... (...) Sí, gracias, señor.

Corta. Los mira a los demás, con expresión de tristeza. El Fotógrafo y la Secretaria lo miran con temor, esperando una respuesta.

PROFESOR
Dice que hasta acá llegamos.

Los otros lo miran sin entender.

PROFESOR
Que no se puede seguir adelante. Que destruyamos todos los elementos que tengamos, y nada más.

El Fotógrafo y la Secretaria se quedan petrificados. El Fotógrafo se recuesta contra el respaldo del sillón, toma el control remoto y enciende el televisor.

PROFESOR
Ah, y también nos felicita. Dice que hicimos un gran trabajo.

En la pantalla del televisor habla Zulema Yoma.

ZULEMA
Es un crimen político, hijo, y entonces qué tengo que esperar, si acá todos los años es política, todos los años tenemos elecciones, entonces qué voy a hacer con la causa de mi hijo, yo me pregunto. Hasta tanto no se separe la justicia, sea independiente de lo político,
yo creo que vamos a seguir sufriendo hechos gravísimos.


El sonido del helicóptero es muy fuerte. El tirador tiene apoyado el ojo en la mira. Tensa el dedo en el gatillo. El helicóptero pasa. El tirador aprieta el gatillo.
Se escucha el disparo. Funde a negro. Siguen varios disparos.
Silencio.

Títulos de final




























































































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